Las notas junto al mar

¿Quién te lo iba a decir? Creciste un año más. Tienes toda una vida por delante, menos uno. Menos dos. Menos los números que sean necesarios para acabar contigo. Ten en cuenta que es una cuenta negativa que nunca acabará...hasta que mueras.

¡Pero fíjate! ¡Si sigues aquí! ¿No es algo maravilloso? Aún puedes, si así lo deseas, sentarte a tocar el piano junto al mar. Escapar a ese lugar lejano en el que sabes tocar la flauta y todo el mundo te entiende al hablar. Esos lugares nostálgicos que crees recordar, mas en sueños sólo habrás de tocar.

¡Nostálgico tu! Desesperado yo...Que de todos los lugares preciosos, el más bonito lo tengo yo, y no se a dónde poder escapar...yo no tengo un lugar mejor.

Un año más... Las nubes cruzaron la noche. El crepúsculo rifa el horizonte. Y Tu. Y Yo. Y Ella. Los que tendrán que venir y los que vinieron ya. Y los acabados.

Te quiero. Mas no. Te odio. Y se acabó. Como una mota de vapor, como polvo en espesor. Otros doce más, y no habrá final. Las lentes del destino no ven a través de la tormenta de los corazones. Y aun así...

¿Por qué sigo aquí? Esperándote sin esperar. Llorándote sin pesar. Deseando que los deseos que ambos tuvimos no se olviden en el  pasar. Aun sabiendo... que jamás volverás, y que otro año... ha pasado ya.

Y otro año esperaré por los dos. Y uno más. Y dos. Y todos los que sean necesarios para acabar conmigo. Una cuenta positiva que algún día acabará...cuando muera. Cuando muera la espera y nuestros nombres se queden en las notas de la flauta que tu y yo, efímeros, tocaremos junto al mar.