viernes, 15 de julio de 2011

Llamas de luz nocturna


Alza tu mirada con los ojos cerrados. Abre los ojos eternamente. Cierra tus párpados y piensa: ¿qué faltaría en la vida sin tus nubes? No habría cielo, no habría nada que ocultar en él. Tu vista desnuda mira lo que nadie quiere ver. Porque buscas en el horizonte y no encuentras nada. Sólo puedes ver como en el lejano lugar que nunca nadie logra alcanzar se posan tus deseos como palomas en el viento. Y la gran señora nube del abismo del lugar donde siempre llueve te tapa y te dice: "No mires hacia allá. ¿Qué esperas encontrar en el horizonte? ¿Vas a ver como roba tus deseos y los convierte en luz del crepúsculo? ¿Vas a disfrutar viendo tus ilusiones convertidas en estrellas de lugares lejanos donde nadie jamás podría soñar alcanzar? Y tus sueños se desvanecerán en las gotas de la lluvia que próxima a tu hogar he de derramar. Así pues, duerme. Duerme por una vez más, antes de que el frío aguacero desate su caudal." Ignoras a la nube y corres, esperando alcanzar el horizonte donde viven tus sueños, vuelas, nadas y saltas, ríes, lloras y caminas durante toda tu vida tratando de tocarlo... Hasta que te das cuenta de que en realidad ya lo has visto todo, que has vuelto al mismo lugar que al principio, donde comenzaste tu viaje. Y cuando te quieres parar a darte cuenta de que aún puedes jugar en él, sin sueños, sin deseos, sin ilusiones...te das cuenta de que el sol está a punto de ponerse, de que la luna se despierta y de que el horizonte poco a poco va difuminándose entre la oscuridad de la noche, de que tus deseos y tus sueños han desaparecido, y de que tus ilusiones están tan lejanas como las estrellas que se van apagando bajo la lluvia que te hundirá y marcará el final de tu camino por este mundo. 

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